Hoy me gustaría compartir contigo algunas reflexiones acerca de las matemáticas y la educación para la paz, ya que muchas veces pensamos que una materia como las matemáticas está alejada de conceptos más filosóficos o morales como es la paz, la tolerancia o la convivencia.
Trataré de diferenciar entre dos perspectivas desde las cuales las matemáticas pueden incidir favorablemente en la formación de nuestros alumnos y de nuestros hijos, éstas son el contenido y la actitud.
La educación y el contenido
En cuanto al contenido de aquellas actividades y problemas que les presentamos tendremos en cuenta dos aspectos fundamentales:
- Prestar especial atención en no presentar situaciones claramente sexistas (relacionando unas actividades con mujeres y otra con hombres) o no teniendo en cuenta la realidad multicultural que presenta nuestra sociedad. Muchas veces los problemas o situaciones que ofrecemos para que resuelvan nuestros chicos han sido creados desde un punto de vista sesgado y tendremos que hacer una revisión para trabajar por un mundo más tolerante. El nombre de los protagonistas de un problema, el trabajo que desarrollan, la nacionalidad, los rasgos físicos, el ámbito donde se desenvuelve la acción, etc. son aspectos a tener en cuenta.
- Incorporar situaciones cotidianas donde aparezcan matemáticas. De esta forma tendrán una mayor comprensión del mundo que les rodea y ello les dará herramientas para poder gestionar mejor sus respuestas. Desde situaciones del día a día como interpretación de datos estadísticos de diarios a análisis del reparto de la riqueza, las matemáticas se pueden poner al servicio de valores como la paz y la convivencia. Con los más pequeños podemos trabajar con situaciones como las diferentes culturas con las que convivimos, el gran aporte que proporciona las diferencias entre las personas (oficios, rasgos físicos, habilidades, etc.)
Actitudes
La segunda vía de trabajo es en lo referente a las actitudes que tenemos con nuestros hijos o alumnos.
- Estemos atentos a no caer en tópicos como relacionar lo racional con lo masculino y lo emocional con lo femenino. Esto supone un claro empuje de los chicos hacia lo científico y un freno para las chicas. El hecho de tener pocas o muchas expectativas (sean están verbalizadas o no) influirá de manera muy importante en el futuro de nuestros hijos.
- Fomentemos un espíritu cooperativo en la resolución de problemas. El trabajo en equipo con un hermano, con compañeros (sea presencial o virtualmente), incluso con el propio educador, fomenta un compendio de actitudes como la tolerancia, la escucha atenta, la comprensión, la paciencia, la gestión de conflictos y la colaboración con el otro que seguro traspasará el ámbito de las matemáticas.
¿Tienes la actitud adecuada en tus clases de matemáticas? ¿Tienes en cuenta los aspectos citados a la hora de crear contenidos?
¡Te leo en los comentarios!
BERTHA HERNANDEZ dice
Me gusta mucho el concepto, y me han proporcionado una excepcional idea para poder desarrollar un proyecto de matemáticas, donde vincule alguna otra asignatura, y este artículo simplemente me a despejado muchas dudas del cómo hacerlo, nuevamente gracias por estar en la trinchera en pro de los alumnos, y por apoyarnos a dar lo mejor de nosotros mismo para que ellos sean mejores.
Francisco Pulido Barrios dice
Muy buen articulo, por que a pesar de que las matematicas hacen parte de las ciencias exactas, a veces pierde esencia en cuanto a lo intrínseco de la persona y los que la rodean.
Para mi ha sido de valiosa ayuda en cuanto como relacionarla con los procesos de paz en las clases como mencionaron ya sean presenciales o virtuales.