A veces hay juegos divertidos, juegos cooperativos, juegos bonitos, juegos matemáticos, y luego está «El frutal«, que lo tiene todo.
Es el juego más antiguo de Haba, pero sigue siendo moderno. ¡En 2015 celebró nada más ni nada menos que 30 años! Ya lleva tres décadas divirtiendo a niños de todo el planeta.
He pensado que tenías que conocerlo sí o sí.
El frutal está recomendado para niños a partir de 3 años y hasta 6, a pesar de que esto es muy relativo. Las mías tienen 8 y 9 y aún juegan con él. En mi opinión es un juego de 3 a 10 años.
La duración de la partida suele durar entre 10 y 15 minutos y podéis jugar de 2 a 8 personas.
Contenido del juego El frutal
- el tablero de juego
- una base para un puzle
- las 9 piezas del puzle
- 10 frutas de madera de cada tipo (peras, cerezas, ciruelas y manzanas)
- 4 cestos para poner la fruta
- un dado

Cómo se juega a «El frutal»
Lo primero a destacar es que no se trata de un juego individual, sino que se juega para poder ganar al cuervo de forma colectiva. O gana el cuervo o todos los jugadores.
Solo por el hecho de ser un juego cooperativo ya me gusta. Y es que la mayoría de juegos que hay en el mercado son competitivos. La cooperación fomenta el compañerismo y el sentido de equipo.
Para empezar se deben colocar todas las frutas en los árboles. Cada tipo de fruta debe ir en el árbol correspondiente. Ya en este momento están aprendiendo el nombre de las frutas, puedes decirles cómo se llama cada árbol y también mejoran la motricidad fina.
A continuación y después de repartir a cada jugador un cesto y poner las piezas del puzle en una pila boca abajo, ya puedes empezar.

El objetivo del juego consiste en intentar recoger toda la fruta de los árboles antes de que lo haga el cuervo.
Siempre que es el turno de un jugador, este debe tirar el dado. Puede obtener varias cosas:
- color: debe coger una fruta del color que le ha salido y ponerla en su cesto.
- cuervo: debe coger una pieza y ponerla en la base del puzle. Puedes poner la base del puzle encima del cuervo del tablero o aparte. En el último caso podrán ver la imagen del tablero para ayudarse a hacer el puzle.
- cesto: el jugador puede recoger dos frutas de los árboles, las que quiera, para añadir a su cesto.

Luego pasa el turno y le toca al siguiente jugador, hasta que se termine la partida. Es decir, hasta que el puzle esté terminado (ha ganado el cuervo) o hasta que no queden frutas en los árboles (han ganado los jugadores).
Aspectos que se trabajan y beneficios del juego
Durante la partida de El frutal se trabajan muchos aspectos:
- motricidad fina: tienen que colocar todas las frutas en el árbol y también cuando recolectan las frutas y las guardan en cada cesto.
- desarrollo del lenguaje oral: cada vez que alguien tira al dado debe decir en voz alta la acción que realizará.
- conocimiento de los colores y asociación: aprenden a distinguir los distintos colores y asociar a cada color una fruta concreta.
- potencia el sentido de equipo y cooperación.
- conteo y números: están todo el rato contando cuánta fruta tiene cada uno y cuánta queda en el árbol. En el caso de que no lo hagan por sí solos, se lo puedes ir preguntando.
- hacer puzles y orientación en el plano: cada vez que salga el cuervo tendrán que poner una pieza en el puzle. Además no es un puzle cualquiera, ya que frente a ellos no tienen la base del cuadrado, sino que tienen un vértice. Esto añade dificultad a la realización del puzle.
Ya ves que es un juego de lo más completo.
En casa a veces hacen sus propias reglas del juego y en lugar de que cada jugador recoja todo tipo de frutas, se lo reparten. Es decir, cada uno recoge solo una fruta. Si a mí me toca una pera y es otro el que tiene el cesto de la pera, entonces pongo mi pera en su cesto. De esta manera aún se potencia más el sentimiento de equipo y cooperación.
En este vídeo te muestro el juego por dentro:
Otras ideas para hacer con el juego
Además de todos los beneficios que te he contado antes de «El frutal», las piezas pueden ser utilizadas para otras actividades.
- Puedes utilizar el puzle cualquier otro día y por separado, para hacer simplemente un puzle.
En casa hacemos tardes de puzles y ponemos todos los que tenemos en el comedor y nos pasamos la tarde entera haciendo puzles. - Las frutas se pueden utilizar para jugar a cocinitas, ya que son de madera y tienen un tacto muy agradable. ¡A los niños les encantan! Es más, Haba produce también frutas y verduras de madera que se venden por separado para jugar a cocinitas.
- Se pueden utilizar las frutas y los cestos para hacer actividades de conteo. Solo le tienes que poner un poco de imaginación o adaptar alguna de las actividades que encontrarás en este blog pero con las frutas.
- Las frutas son ideales como materiales manipulativos, para hacer primeras sumas y restas.
¿Qué te ha parecido el juego? ¿Te gusta que puedas utilizar sus piezas para otras actividades? ¿Conoces las otras versiones de este clásico?
¡ Te leo en los comentarios!



Nosotros hemos añadido un dado: tiramos a la vez el dado del juego (colores y cuervo) y un dado normal, de números. Así hay que coger tantas frutas como pone en el dado o tantas fichas del cuervo como se indica. Así el juego va más rápido, ya que normalmente hay 40 frutas (40 turnos) y los niños pequeños se cansaban.
¡Ei Mireia, me encanta tu idea para hacer que el juego vaya más rápido 🙂
Muchas gracias por tu aportación.
Un abrazo
Hola Laura:
Este juego a nosotros nos encantó también. A mí me gustan los juegos de mesa con reglas fáciles para que los niños no lo aborrezcan y que sean divertidos sobre todo . Tengo unos cuantos juegos de mesa estupendos ,orientados a conceptos matemáticos, que fomentan la visión espacial, la combinatoria, las probabilidades, en fin.
Un abrazo
Arahí
Pensamiento DiverGente!!
Hola Arahí,
pues cuando quieras ya nos puedes recomendar algunos de estos juegos estupendos que tienes 😉
Un abrazo.
Hola,
querría añadir que yo he empezado a usar este juego siendo mis hijas mucho más pequeñas, con 21 o 22 meses de edad. Evidentemente no cabe esperar con esa edad ni que aguanten una partida completa ni que sean autónomas, pero puedo decir que aparte de lo mencionado anteriormente, a edades menores de 3 años también fomenta la concentración, se entretienen muchísimo colocando cada fruta en su lugar, y aprenden a esperar su turno. Aprenden también a fijarse qué sale en el dado para realizar una acción u otra. Ahora tienen 22 meses la pequeña y 3 años la mayor y seguimos jugando con ellas, les encanta. La mayor ya verbaliza las acciones, la pequeña está entusiasmada recogiendo las frutas del color que salga… Comento esto porque realmente estamos encantados con este juego, que da mucho «juego» desde edades muy tempranas!!
Un abrazo!
Gracias Bárbara por tu sincera opinión. Me encanta ver que hay gente «enamorada» de los juegos de mesa 🙂
La verdad es que tienes toda la razón en lo que comentas. El juego da mucho de sí y es uno de los juegos más completos que conozco.
¡Un abrazo a ti también!