El acceso de las mujeres al mundo científico y en especial al matemático, no ha sido fácil. Seguramente si queremos nombrar a alguna persona que haya hecho aportes decisivos a la historia de las matemáticas, nos vendrán a la memoria nombres como Pitágoras, Descartes, Euler, Newton o Gauss.
Es poco probable que se nombre a Hipatia de Alejandría, a Sophie Germain o Emmy Noether por citar algunas. Si bien es cierto que los grandes matemáticos han sido en su inmensa mayoría hombres, también hay que reconocer que las mujeres no sólo no han tenido facilidades sino que han tenido que superar grandes barreras que se les imponían, para ser matemáticas.
Escribir sobre todas las grandes mujeres matemáticas sería una tarea inacabable, pero quiero recordar que también la mujer ha trabajado a lo largo de la historia como matemática.
Tres mujeres matemáticas
Así pues, aquí va mi pequeña contribución: la biografía de tres mujeres que contra todas las dificultades de sus épocas contribuyeron de manera decisiva a la historia de las matemáticas.
Hipatia de Alejandría (370-415)
Considerada la primera mujer matemática, era hija de Teón de Alejandría, también matemático. Hacia el año 400 se convirtió en la directora de la Escuela Platónica de Alejandría, donde daba clases de filosofía y matemáticas.
Por desgracia, muchos de los primeros cristianos consideraban que la filosofía y la ciencia de Hipatia estaban enraizadas en el paganismo, lo que llevó a algunos a rechazar su influencia. En el año 412, Cirilo, el nuevo patriarca de Alejandría, entró en rivalidad política con Orestes, el prefecto romano. Hipatia era buena amiga de Orestes y sus capacidades como maestra y oradora fueron vistas como una amenaza por los cristianos. Ella se convirtió en un blanco de los disturbios políticos y fue brutalmente asesinada, por una turba. Una fuente culpa a una secta fundamentalista, otra culpa a la plebe alejandrina y una tercera fuente afirma que ella formaba parte de una rebelión política y su muerte era inevitable.
Marie-Sophie Germain (1776-1831)
Era hija de un mercader de seda. A los 13 años leyó sobre la muerte de Arquímedes, a quien mató un soldado romano mientras contemplaba un diagrama geométrico en la arena, y dicen que ello le inspiró para hacerse matemática. A pesar de los esfuerzos bien intencionados de sus padres por disuadirla –las matemáticas no se consideraban entonces una vocación adecuada para una joven- ella leyó las obras de Newton y Euler envuelta en una manta mientras su madre y su padre dormían. Cuando sus padres se convencieron de su compromiso con las matemáticas, cedieron y empezaron a ayudarla, dándole soporte financiero a lo largo de su vida.
A lo largo de su vida firmaba sus trabajos bajo el nombre de Monsieur LeBlanc. El gran matemático, Gauss, se carteaba con ella sin saber que era una mujer. Cuando Gauss descubrió que LeBlanc era realmente una mujer, impresionado le escribió: “Pero cómo describirle mi admiración y asombro al ver que mi estimado corresponsal Monsieur LeBlanc se metamorfoseaba en este ilustre personaje… Cuando una persona del sexo que, según nuestras costumbres y prejuicios, debe encontrar infinitamente más dificultades que los hombres para familiarizarse con estas investigaciones espinosas, consigue pese a todo superar estos obstáculos y penetrar en las partes más oscuras de ellos, entonces sin duda ella debe tener el valor más noble, talento absolutamente extraordinario y un genio superior”.
Gracias a los conceptos desarrollados por Sophie Germain sentando las bases de la Teoría de la Elasticidad se han podido realizar construcciones como la Torre Eiffel. Pero a pesar de su contribución al estudio de la elasticidad de los materiales, Sophie no figura entre los 72 científicos franceses cuyos nombres se inscribieron en la emblemática torre. Un olvido más de la historia de la ciencia en relación a sus miembros no varones.
Cuando muere el 27 de junio de 1831 en París, a los 55 años, víctima de un cáncer de mama, consta en su certificado de defunción como rentière-annuitante (mujer sin oficio).
Sus trabajos más conocidos son una demostración parcial del último teorema de Fermat, y una teoría sobre la elasticidad que le valió el premio de la Academia de Ciencias y su admisión en ella; ¡era la primera mujer en ser miembro de la Academia!
Emmy Noether (1882-1935)
Nació en Alemania, hija de padres judíos.Su padre, Max Noether, matemático, catedrático en la universidad de Erlangen, le transmitió su pasión por las matemáticas. A pesar de todo, no se libró de una educación tradicionalmente femenina y convencional (tocar el piano, bailar, saber llevar una casa, …).
Estudió francés e inglés, pero cuando ya había superado los exámenes que le permitían enseñar idiomas decidió continuar estudiando y dedicarse a las matemáticas, enfrentándose a los prejuicios de la época que se oponían a que cualquier mujer se dedicara a una actividad científica.
Se le concedió un permiso especial para asistir a clase en la universidad de Erlangen, pero no tenía derecho a examinarse. Emmy fue la única alumna entre 984 estudiantes.
De 1922 a 1933 enseñó, en la universidad de Gotinga, sin poder obtener un puesto en ella, ya que su acceso estaba vedado a las mujeres (su compañero Hilbert intentó corregir esta injusticia pero no pudo con la oposición de otros miembros de la facultad. Anunciaban los cursos bajo el nombre de Hilbert aunque fuese ella la que los impartía). En 1933 junto con otros profesores judíos, emigró a Estados Unidos.
Fue una de las más consumadas especialistas en álgebra del siglo XX; según publicó Albert Einstein, descubrió métodos que resultaron trascendentales para las generaciones de matemáticos subsiguientes y contribuyó a aclarar ciertos conceptos que luego él necesitó en su Teoría general de la relatividad. Hay una estructura algebraica, la de anillo noetheriano que lleva su nombre. Si bien permaneció ignorada durante años por la comunidad matemática, en el Primer Congreso Internacional de Historia de las Matemáticas, celebrado en Sant Feliu de Guíxols, se hizo un reconocimiento público de sus aportaciones.
Fuentes:
Historia de las matemáticas de Ian Stewart
http://www.xtec.es/~fgonzal2/mujeres_mat.html
lujanmejias dice
Nosotras y ellos llevamos adelante el mundo por eso está bien que por lo menos un día nos lo reconozcan, porque pienso que se creen que están solos en el mundo. Me alegro de haber recibido este homenaje a las mujeres mátematicas, y muchas gracias por tu blog aprendiendo matematicas.
SON dice
Gracias por esta entrada 🙂
Malena dice
Gracias a ti por leerme.
Besos
Luisa dice
Gracias, lo he imprimido para mi hija pequeña, que se queja de que el gusto por las matemáticas no resulta atractivo en comparación con las artes de su hermana.
Malena dice
Fíjate, llega hasta nuestros días…
Me alegro muchísimo de que te pueda ser útil el artículo.
Sónia Luciano dice
El ultimo link no me entra 🙁
salta a la misma pag!!!!
Malena dice
¿Qué link? ¿Este: http://www.cienciayagua.org/programacion/documentos/Catalogo%20Muj%20Mat.pdf?
A mí, sí que me funciona bien.
Dessy dice
Yo se de alguien que esta bien emocionada con esta entrada, la tienes con el google al lado buscando datos
Gracias!
gonzaloo dice
gracias me ayudaste para un trabajo practico y por aprender
Venus dice
me ayudaste mucho con mi redacción de varias asignaturas del instituto
Gracias!
Aprendiendo Matemáticas dice
Que bien Venus 🙂
Un abrazo.