María Montessori (1870-1952) en el desarrollo de su pedagogía a principios del siglo pasado introdujo el concepto de ambientes preparados. Para ella un ambiente preparado es un ámbito cuidadosamente organizado para que el niño se pueda mover con libertad de una manera autónoma y auto-dirigida.
Ella diseñó ambientes que respondían a las necesidades de desarrollo de los niños tanto en el aspecto social como en el emocional e intelectual. Dichos ambientes debían ser seguros y ordenados. Gracias a su simplicidad y belleza debían resultar atractivos para los niños.
Espacios cálidos que invitan a los niños a investigar. Se organizaban por áreas de trabajo dotadas con estanterías que eran accesibles a los niños y estaban conformados con mesas adaptadas al tamaño de los mismos así como zonas abiertas para el trabajo en el suelo. El ambiente no contenía objetos que no pudiera utilizar el niño en su desarrollo.
Durante el año 1977, en Ecuador, Mauricio y Rebeca Wild fundan una escuela no-escuela, como a ellos les gustaba llamar, de nombre Pestalozzi. En ella crean ambientes preparados para niños de todas las edades: preescolar, primaria y secundaria. En su experiencia educativa, influidos por María Montessori y Piaget, consideran los ambientes preparados como un entorno relajado, carente de peligros activos y donde el niño puede tener una actividad espontánea alentado por un ambiente abierto, rico en elementos no estructurados, es decir que no tienen un objetivo en sí mismo, y otros estructurados. Parte del ambiente relajado es una combinación entre rutina y variación que facilita que el niño experimente la realidad de nuestro mundo cambiante. Esto se aplica también a la variación de objetos y personas y a la estructuración del tiempo.
Ambientes preparados en casa
En nuestras casas también podemos tener algunas pautas. Con estas trataremos de proporcionar a nuestros hijos un entorno preparado que facilite su desarrollo emocional e intelectual. Aunque no podamos reunir todo lo que querríamos, sí que podemos adaptar nuestro hogar a la necesidades de nuestros niños. El ambiente cambiará en función de la edad de los niños y por tanto, sólo puedo dar algunas líneas generales:
– Mantener un orden básico en las cosas pero también introducir cambios en el ambiente.
– Tratar de cuidar que haya tiempos tranquilos, sin mucha excitación y propicios para las actividades individuales.
– Ofrecer actividades en grupo organizadas por adultos: salidas a diferentes partes o visitas de afuera que enriquezcan nuestras vidas.
– Crear ambientes donde los niños puedan seguir siendo niños. Deja que se ensucien, que puedan meter manos y pies en toda clase de situaciones. Déjales mover, tocar y experimentar sin rendir cuentas a ningún “objetivo académico”.
– Ofrecer materiales no estructurados: naturales (semillas, hojas, arena, conchas, ) y objetos cotidianos (tapones, chapas, botellas vacías, hueveras y todo tipo de materiales reciclados). Para los más pequeños, nunca puede faltar un cajón de arena y agua para poder experimentar.
– Rincones de juego: juego simbólico (cocina, limpieza, muñecas, tienda, bloques de construcción, teatro, disfraces, carpintería, etc.). A medida que los niños crecen se van generando otros rincones. Por ejemplo: legos, muñecos articulados tipo Playmobil, música, juegos de mesa, cocina, taller,…
– Elementos culturales dispuestos en estanterías de fácil acceso a los niños. En ella tendremos juegos, instrumentos musicales, elementos para la lecto-escritura (abecedario móvil, letras de lija,…) y las matemáticas (asociación, seriación, ábacos, regletas, figuras geométricas, balanzas…) y libros de consulta.
– Mesa amplia surtida con todo lo necesario para la creación espontánea: con folios, lápices de colores, pinturas, etc.
– Tener un revistero o expositor con libros y revistas que vamos cambiando periódicamente.
– Disponer de una zona para desarrollar una actividad motriz no-dirigida.
También podrías dar paseos por la montaña o parques o por la playa.
– Sería ideal tener una zona exterior. Puedes tener materiales para la actividad motriz y casitas de juego. Incluso podrías tener una zona de huerto y animales de granja.
Pero algo más importante que el ambiente físico que le podamos proporcionar, es el ambiente emocional. Nuestros hijos necesitan ser respetados y amados sin condiciones ni expectativas. Nosotros que somos las personas más importantes e influyentes de sus vidas tenemos que saber respetar sus ritmos, sus características personales y valorar todo lo que hacen por muy pequeño que a nosotros nos parezca y sólo así tendrán un verdadero entorno preparado.
En el siguiente vídeo te cuento qué es un ambiente preparado:
¿Habías oído a hablar de los ambientes preparados? ¿Tienes un ambiente preparado en la clase o en casa? ¿Cómo es o cómo te gustaría que fuera?
¡Te leo en los comentarios!
Maribel dice
Qué información tan útil e interesante.
Tendré en cuenta los puntos que mencionas.
Con tu permiso lo comparto en Facebook.
Gracias
Malena dice
Gracias Maribel.
¡Claro que puedes compartir!
Inma dice
Malena, me ha encantado y coincido 100% contigo, por aquí seguimos ese camino dentro de nuestras posibilidades! Un besico.
Malena dice
Gracias Inma por tu comentario.
Besos
ETHEL DELGADO C dice
esta idea me encanta y la voy a poner en practica. gracias Malena
Nico dice
Es interesante y muy cierto con la forma pràctica que se puede iniciar el trabajo con los niños para que aprendan y se formen de una manera divertida.
Cris dice
Gracias por el post, Malena. Muy claro y conciso. Estoy totalmente de acuerdo con él. Creo que es interesante proporcionar materiales no dirigidos y, si son sacados de la naturaleza (hojas, piedras, conchas, palos, etc), mejor.
Silvia dice
Muy interesante, nosotros nos estamos iniciando y realmente nos viene bien este artículo, muchas gracias, con vuestro permiso lo comparto en facebook.
Malena dice
¡Claro que puedes compartir!
Saludos
yara paes dice
Me gusta la idea sobre la importancia de tener ambientes preparados para los niños y destacaba el uso que se le pueden dar a las actividades en la casa[…]